martes, 26 de julio de 2016

Entrar en el mundo del vicio

Después de siete años de relación, la cuál empezó cuándo tenía veintiún años, volver al mundo de la soltería puede ser realmente duro. Enfrentarse al mundo "real" es un verdadero coñazo.

Al principio entré a Grindr por simple curiosidad, para comprobar las personas "mariquis" que salían a mis alrededores. Total, que el cotilleo llevó a mantener conversaciones, muchas de ellas sin sentido. Pero, no todo es locura y vicio en el mundo de las aplicaciones gay, ¿no?

Después de tres semanas de luto por la muerte de mi anterior relación, fue cuándo me instalé el Grindr y Wapo, con la única intención de conocer gente afín a mí con la que poder conversar y quedar para tomar algo y pasarlo bien.

Antes de continuar, debo indicar que soy un 1% de esos gays que somos atípicos y que no buscamos el follar por follar. Como siempre digo, soy un trovador del siglo XXI, un hombre de los que ya no quedan y yo busco algo similar para mí. No busco la típica zorra que se baja los pantalones en cuánto apareces por la puerta... La verdad, eso de cazar por cazar, e ir coleccionando amantes, no es para mí. Lo comprendo perfectamente pero quizás me pilla algo ya mayor para esas cosas.

Pues eso, que cuándo le das a la opción de "Descargar" a la dichosa aplicación, se te pasan miles de cosas por la cabeza: "¿Qué haces ahí?", "¿Qué tipo de gente hay?", "¿Encontraré al hombre de mis sueños?".

Este blog está dedicado a contar mis experiencias, buenas y malas, que las app de "zorreo" me están ofreciendo... Así que... ¡Bienvenidos al mundo del vicio!

2 comentarios:

  1. Me parece tan interesante todo que será un placer leerte como siempre amigo , yo igual en eso soy muy a la antigua sorprendo a la gente pq no se pq no se lo creen en fin cada uno tiene su manera de pensar y ver las cosas besazos voy a leer la siguiente entrada

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  2. Fan tuyo!!!!! super divertido lo que cuentas

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